26/6/20

Libertad




















¿Dónde está mi libertad? – me pregunté,
Y cómo era de esperarse, no la hallé.
Renuncié prontamente a lo que me la arrebataba.
Me vi cuestionando el orden y sentí hastío.
Quise huir del porvenir que me esperaba
y desobedeciendo encontré mi palpitar.
Caminé errante entré los valles de mi instinto
Y un buen día encontré su silbido en mi oído
Me sedujo y le abrí camino.
Me mostró las ideas, me envolvieron corrientes, causas y motivos
¡Creí haberla encontrado!
Sin embargo las ideas son embusteras:
me cegaron, encasillaron y prohibieron.
Entre tanto comprendí, contrario a mi impresión,
Que allí no estaba mi libertad.
Hallome de nuevo en el valle del instinto,
Con la diferencia que esta vez renunciando al ideal.
Decidí entonces buscar la forma de emanciparme,
Fuera del orden moral y social;
Sin embargo no tardó la sociedad en delimitar mi caminar,
Pues de su yugo nadie puede escapar.
Renunciando a la humanidad
le busqué en mi propio cuerpo, en mi propia mente.
Alteré mi conciencia y me creí liberar.
Más cuando retorné a mi cuerpo lo encontré pesado;
Una necesidad le encadenaba.
Y así mi libertad se fue de nuevo como agua entre mis manos.
Nuevamente retorné al valle en busca de sentido
Y prontamente éste me respondió.
Encontré el amor y me sentí aún más humana,
Exprimí mi sentir y fui feliz.
Pero cuando quise alzar el vuelo
Ya no sentí mis alas, nuevamente perdí mi libertad.
Y entre ires y venires
me hallo como al principio en el valle del instinto.
Esperando revelar mi próximo destino.
Quizá otra jaula en un extremo.
No obstante mi camino no es en vano
y a pesar de que al buscar emanciparme
me hallé en el extremo de otra jaula,
Entre el jubilo, la tristeza y el error
El miedo perdió su dominio.
Y entonces comprendí que aquella libertad
No se hallaba en un fin,
Pues el camino al que abre paso mis pies
Es su máxima expresión.

-Vantrash